La importancia de la seguridad en línea para los E-commerce.

¿La información y datos confidenciales de mis clientes están realmente a salvo? ¿La seguridad que ofrece la plataforma de mi e-commerce es suficiente?

La seguridad en línea es un tema vital para todas las empresas. Su reputación y buen nombre depende significativamente de las medidas que protejan y salvaguarden la información sensible de sus clientes.

Esta protección además de constituir una gran responsabilidad es una ardua tarea que debe ser garantizada.

Los sitios web dedicados a los e-commerce buscan la mejor experiencia para sus usuarios. Cuentan con las medidas necesarias para proteger los datos de los individuos que navegan a través de ellos.

Shopify, la plataforma de comercio electrónico por excelencia es el mejor ejemplo para ello. Cuenta con sólidas medidas de seguridad. Está preparado para proteger la información de los clientes, por medio del cifrado SSL y la autenticación de dos factores, entre otras herramientas sólidas que hacen que las compras online sean confiables y seguras.

 

¿Qué es la seguridad en línea?

Son lineamientos y protocolos que aseguran la calidad del servicio online evitando que se sufran interrupciones y protegiendo los datos sensibles almacenados. Dando estabilidad y certidumbre tanto a los usuarios como a las empresas virtuales.

Este es aspecto fundamental en la operatividad empresarial de los negocios en línea se refiere al conjunto de pautas que garantizan una experiencia de compras segura en Internet.

 

¿Por qué es importante la seguridad en línea para los E-commerce?

La seguridad en línea es esencial para proteger la privacidad de los usuarios, resguardar la integridad de los datos y garantizar el buen funcionamiento y estabilidad de los sistemas.

La falta de seguridad genera amenazas en línea que pueden tener consecuencias graves, como el robo de identidad, la filtración de datos personales e información financiera que conlleva a pérdidas económicas y puede desencadenar problemas jurídicos. Generando un impacto negativo en la reputación de una empresa.

 

Posibles ataques a la seguridad.

Algunas amenazas y riesgos en línea incluyen. 

1. Malware.

Es el término usado para referirse a cualquier software malicioso. Son diseñados para infiltrarse en los dispositivos sin que los usuarios se den cuenta. La intención es causar daños al sistema operativo, estropear archivos, robar información confidencial como datos bancarios y contraseñas.

Los virus informáticos son el tipo de malware más conocido por su facilidad de propagación. Se pueden transmitir por medio de correos electrónicos, archivos adjuntos, sitios web dañados y dispositivos de almacenamiento USB. Se ejecutan automáticamente cuando un usuario abre el archivo que lo contiene.

 

2. Phishing.

Este término describe las estafas de usurpación de identidad que involucran páginas web y correos electrónicos falsos. El objetivo de realizar un ataque de phishing es obtener acceso a las cuentas e información confidencial.

Los mensajes de phishing pueden provenir ya sea de una cuenta falsa o de una cuenta que ha sido pirateada.

Existen dos variables más de esta táctica vishing (phishing por voz) y smishing (phishing por SMS o texto) si bien los ataques se realizan de forma similar se llevan a cabo por medios diferentes.

 

3. Fraude.

El fraude financiero es una amenaza directa a la seguridad de los comercios electrónicos. Se basa en tarjetas de crédito robadas o devoluciones falsas para beneficiarse a expensas de la empresa.

Cuando se descubre un fraude con tarjeta de crédito, el comercio electrónico debe reembolsar al usuario sin recuperar los productos o servicios vendidos.

 

Prácticas de seguridad que recomienda Shopify.

1. Crear contraseñas exclusivas con una caja fuerte de contraseñas.

Cada contraseña debe ser única. Nunca se debe usar la misma en más de una cuenta.

Un software de caja fuerte es una gran opción de generar y administrar las contraseñas. Solo es necesario recordar la clave maestra de la bóveda.

 

2. Nunca compartir las credenciales de inicio de sesión.

El nombre de usuario y la contraseña son las credenciales de identidad en el mundo digital. Compartir esta información reduce la seguridad. Jamás informes sobre estas a nadie, incluidos colegas, familiares o empleados.

 

3. Aprender cómo identificar métodos comunes de ataque.

Es esencial identificar ataques de phishing, vishing, smishing, y conocer qué medidas se deberían tomar si se ve comprometida su cuenta o identidad.

 

3. Activar la autenticación en dos pasos.

Con este sistema el usuario además de conocer su contraseña debe tener acceso a un dispositivo físico que se usa para iniciar sesión en el panel de control o una clave de seguridad adicional.

 

4. Usar una clave de acceso.

Las claves de acceso son un reemplazo más seguro para las contraseñas. Eliminan la posibilidad de olvidar la contraseña y tener que restablecerla, o introducir la contraseña incorrecta y bloquear la cuenta.

Los métodos más conocidos a usar son la huella dactilar, reconocimiento facial o un PIN de desbloqueo. Estas técnicas se han vuelto muy populares con los dispositivos móviles.

 

5. Descargar los códigos de recuperación y dar resguardo en un lugar seguro.

Almacena tus códigos de recuperación en una ubicación segura y confidencial a la que puedas acceder fácilmente desde cualquier lugar.

Conclusión

En esta nueva era de digitalización las amenazas cibernéticas contra los negocios en línea se han vuelto muy comunes. Apostar por la seguridad informática crea un ambiente óptimo que protege y fortalece las empresas

La seguridad en línea es vital para mantener relaciones duraderas con los clientes. La cultura organizacional que apuesta por la seguridad previene pérdidas, robos o corrupción de datos e información sensible minimizando daños.

La falta de seguridad en línea puede afectar la capacidad de la empresa para competir en el mercado. Como consecuencia se disminuyen los ingresos y en última instancia pone en peligro la existencia de la empresa.

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